Si bien no podemos saber a ciencia cierta qué produce el Alzheimer, hay causas que se puedan atribuir a la aparición de este.
Por eso es importante estar atentos para tomar precauciones e identificar a tiempo si padecemos este diagnóstico.
Cuando hablamos del Alzheimer, tenemos que entender que estamos frente a un deterioro neurológico que puede tener su origen en una serie de factores tanto de carácter genético como ambiental. Las causas más estudiadas son las siguientes:
La herencia genética
Cuando existe un familiar directo en nuestro árbol genealógico que haya tenido esta enfermedad, nuestra probabilidad de desarrollarla es 2 a 4 veces mayor que cuando no existe este antecedente.
Si heredamos esta mutación genética podemos presentarla antes de la vejez, que es en el tramo de vida donde más se manifiesta para estos casos.
Los signos aparecen en personas entre 30 y 65 años de edad y es el tipo de Alzheimer menos frecuente debido al mismo hecho de ser un cambio genético transmitido de padres a hijos.
A mayor edad, más probabilidad
Uno de los factores de riesgo predominantes en esta enfermedad es el envejecimiento. Una de cada nueve personas sobre los 65 años tiene Alzheimer.
Aún cuando no se ha encontrado el gen específico que causa directamente el inicio tardío, es confirmado que el riesgo se duplica cada 5 años, y en el tramo de personas sobre los 85 años, la posibilidad de padecer este tipo de demencia es de 50%.
Falta de estímulos cognitivos
Se ha estudiado que la ejercitación cognitiva y el aprendizaje potencian una comunicación neuronal conocida como plasticidad neurológica.
El nivel educativo y la escolarización, o sea qué tanto hemos ejercitado nuestra mente y durante cuánto tiempo, podría convertirse en una causa del Alzheimer debido a su relación con la salud cerebral.
Por lo mismo es recomendable realizar ejercicios para fortalecer la memoria durante la vejez.
Hábitos poco saludables
No se puede afirmar que una vida saludable nos alejará de esta patología pero sí contribuye a un envejecimiento celular, cerebral y físico con un deterioro menos acelerado e invasivo.
Evitar la hipertensión arterial, los golpes y lesiones en el área craneal, tener una buena alimentación alejada de los ácidos grasos saturados y grasos omega 6.
No fumar y llevar un estilo de vida activo pueden ser factores decisivos a la hora de prevenir el Alzheimer.
¿Cómo prevenir el alzheimer?
Las causas de esta enfermedad neurodegenerativa no se comprenden en su totalidad pero la ciencia se esfuerza por trazar un mapa preventivo.
En su nivel más sencillo, estamos hablando de proteínas cerebrales que no funcionan con normalidad, lo que hace que el trabajo de éstas se vea interrumpido y dañado, perdiendo conexiones y finalmente muriendo.
Si te interesa saber más, hemos preparado una nota anterior con consejos para prevenir el alzheimer, y si es de tu interés profundizar en el funcionamiento y evolución de la enfermedad, te recomendamos esta completa lectura científica.
La mezcla de factores genéticos, ambientales y de estilo de vida son los pilares que se han identificado.
Cuidar nuestra memoria con ejercicios mentales, mantenernos nutridos y en movimiento, parecen ser una buena forma de hacerle frente a las causas inevitables como el paso del tiempo y la predisposición genética.
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