Luego de tener el diagnóstico de esta demencia senil, el círculo cercano debe enfrentarse a una serie de decisiones claves para el cuidado y la dignidad de quien posee Alzheimer.
Una de las elecciones más complejas es dónde cuidar a nuestro familiar. Lo principal es consultar al doctor de cabecera, quien será fundamental en el tipo de tratamiento que necesite el diagnosticado.
Es aquel especialista quien nos orientará de forma completa respecto a necesidades y mejores escenarios para acompañar este diagnóstico.
Para tomar la decisión más óptima hay que entender que el Alzheimer es una enfermedad degenerativa, o sea, incrementa sus síntomas con el paso del tiempo.
Los primeros síntomas, como el olvido de direcciones, tareas diarias o actividades agendadas, comienzan siendo más esporádicas. Sin embargo, la evolución de la enfermedad tiene como característica que estos episodios sean cada vez más seguidos y con más riesgos asociados.
Lo mismo pasa con las funciones motrices. Mientras más años avanza el paciente con Alzheimer, más complejo es el desplazamiento y la autonomía para cubrir las necesidades básicas.
Pero no sólo se trata de lo físico. Hay otros factores a considerar al momento de elegir. Por ejemplo: la compañía, el entorno reconocible y la asistencia médica general que necesite el paciente.
¿Cuándo es recomendable tratar el Alzheimer en casa?
El Alzheimer se divide en fases, siendo las dos primeras las menos invasivas para quien lo posee. Si nuestro familiar sólo presenta olvidos y confusión aleatoria, y su vida puede continuar con relativa normalidad, lo más óptimo sería que se mantenga en su hogar.
Si el doctor de cabecera da el vamos para el cuidado en casa, porque la salud general del paciente no necesita monitoreo constante, es una buena opción que el cuidado sea rodeado por sus seres queridos, en un espacio conocido que no altere aún más la sensación de confusión y frustración que puede generar el Alzheimer.
Eso sí, es importante considerar factores relevantes para mantener al paciente en casa: ¿quién cuidará de él? y ¿estamos equipados para darle una vejez digna?
Muchas veces las familias no contemplan estos factores, desatando un agote en quien recae la labor de cuidado. Es por eso que existen centros como Villa Soleares que poseen modalidades de asistencia profesional en casa, entendiendo que el rol de cuidar a alguien con Alzheimer requiere tiempo, conocimientos profesionales y esfuerzo físico.
Puede interesarte: Tipos de centros y residencias para el Alzheimer
Este ítem se cruza con la estructura de nuestra casa, pues cuando el Alzheimer entra en avanzada será cada vez más dificultoso realizar tareas como mover al paciente para limpiar la habitación, prestar aseo o alimentarlo.
Hay que considerar que el dormitorio y el baño sean habitaciones acondicionadas para que el paciente no esté en riesgo de caídas o golpes, que tan peligrosas son en la tercera edad.
Lee más: Cómo cuidar en casa a nuestro familiar con Alzheimer
¿Cuándo es recomendable tratar el Alzheimer en un centro?
Si la infraestructura no está de nuestro lado o el Alzheimer entra en una etapa de mayor dependencia, lo más aconsejable es que el cuidado del familiar se realice en un entorno capacitado para resolver urgencias cotidianas y médicas.
Llega un punto de la enfermedad donde el paciente es totalmente dependiente. Sus habilidades cognitivas no permiten una buena comunicación ni entendimiento contextual.
Eso, sumado al deterioro motriz que dificulta el desplazamiento y las actividades para suplir necesidades básicas, nos deja en un punto decisivo para confiar a nuestro ser querido a manos expertas.
Muchos centros, como Villa Soleares, ofrecen dos modalidades: day care y full care. En la primera opción contamos con asistencia durante el día, formato que permite que el paciente pueda regresar a su hogar a pasar la noche junto a los suyos, en el espacio que reconoce como propio.
Sin embargo, cuando el Alzheimer ya está en la última fase, nuestro familiar requerirá de asistencia profesional durante las 24 horas. Ese es el punto donde elegir un centro es la mejor opción para el paciente, pues con monitoreo constante nos aseguraremos de que su salud y, por sobre todo su calidad de vida, será la que merece.