¿Es posible asistir a un paciente con Alzheimer en nuestro hogar? Conoce los principales cuidados que debes tener.
Enterarnos que un familiar o cercano tiene Alzheimer es un proceso complejo. Las interrogantes sobre cómo proceder ante este diagnóstico, con la prioridad de resguardar la salud, bienestar y dignidad del paciente, son varias.
Una de las más comunes es el cómo ofrecer un correcto cuidado y qué tanto podemos hacerlo manteniendo la normalidad de vida de la persona con este tipo de demencia.
Si estamos frente a un paciente con un deterioro cognitivo en sus primeras fases, es más que posible resguardarlo en casa, ese espacio conocido donde se siente seguro.
El daño cerebral que provoca el Alzheimer requiere asistencia desde sus etapas iniciales hasta que la autonomía desaparece completamente.
A la hora de obtener el diagnóstico, tenemos que saber que hay una serie de opciones de acompañamiento para el paciente: en el hogar, con ayuda de cuidadores externos o en residencias de descanso enfocadas en el cuidado de esta enfermedad.
Si el médico de cabecera considera positivo mantener al familiar en casa, es fundamental entender que el rol de cuidado requiere tiempo y energía. Es un acompañamiento demandante en lo psicológico y físico, pues tenemos que aclimatarnos a los cambios de ánimo, a la asistencia cognitiva y de desplazamiento del paciente.
Es por esto, que el primer consejo para el cuidado en el hogar es poder disponer de una red humana con tiempo y estabilidad emocional para ser un real aporte y contribución a la calidad de vida de quien padece Alzheimer.
En este apartado, nuestra principal ayuda pasa por ítems como:
- Ayudar a la calma y orientación del paciente en su cotidianidad
- Apoyar tareas domésticas diarias como el aseo del espacio y la higiene personal
- Aportar al estímulo cerebral mediante conversaciones o juegos
- Asistir problemas de descanso y sueño
- Proponer una rutina diaria que no confunda al paciente
Cuando nos referimos al acondicionamiento del hogar para hacer de este un espacio óptimo para quien padece Alzheimer, las recomendaciones son:
- Cuida el descanso: procura tener una cama en buen estado, que permita una postura que proteja cuello, espalda y caderas. Respetar las horas de sueño, además de cuidar la iluminación de la habitación, son importantes para el importante descanso.
- Entorno sin riesgos: eliminar muebles y obstáculos que interrumpan el desplazamiento. Tener precaución con alfombras resbaladizas, esquinas peligrosas, puertas y ventanas complejas de abrir.
- Hacer del baño un espacio amigable: adaptar la ducha y el WC con apoyos y contenciones hace que el proceso de higiene no sea un foco de frustración o peligro físico.
- Accesos libres: tal como pasa con los muebles, es vital despejar puertas, pensar en el espacio que, eventualmente, ocupará una silla de ruedas e integrar rampas de ser necesario.
- Decoración armoniosa: evitar las paredes de colores fuertes y la sobrecarga de objetos ayuda a disminuir el estrés del paciente.
Según Amigables con el Alzheimer, diseñar un ambiente óptimo para esta enfermedad es vital para un buen tratamiento. Una buena calidad de vida puede ralentizar el desarrollo del deterioro que produce esta demencia senil que evoluciona con el paso del tiempo.
Mientras sea posible, es recomendable que la persona con Alzheimer esté en un lugar conocido, con sus familiares y pertenencias materiales. Disfrutar de música, una película, escuchar una lectura o almorzar con un cercano es muy provechoso en el tratamiento.
Eso sí, es primordial mantener un seguimiento constante de la evolución del Alzheimer y saber cuándo es hora de acudir a la asistencia externa, ya sea mediante cuidadores o con el ingreso a una residencia de descanso.
Si crees que tu familiar necesita servicios especializados, puedes revisar aquí las modalidades que tiene Villa Soleares, que cuenta con una red de profesionales, servicios de enfermería, alimentación y cuidados.
